Más de 60 perros de Tobarra sin hogar
La Protectora Santa Clara de Tobarra se ha visto obligada a
dejar sin hogar a varios de los animales que albergaba. Los perros que al día
de hoy se han quedado sin hogar por el cierre del recinto son unos cuarenta.
“Los perros abandonados tomarán las calles, se les vera morir de hambre, de
frío o atropellados”, alegaba Lorena Sánchez voluntaria de la protectora.
Durante varios meses los vecinos de la localidad han estado
recogiendo firmas y han sometido al recinto a varias inspecciones sanitarias. Las
instalaciones se han cerrado definitivamente debido a siete denuncias puestas
por los vecinos en la Policía Local, en el Seprona, en la Consejería de
Agricultura y en la Guardia Civil.
La organización esta esperando la mayor de todas las
sanciones, la de la Consejería de
Agricultura. La asociación ha sido advertida de que será obligada a sacar a los
animales de las instalaciones.
No se ha mencionado
la palabra sacrificio como ha pasado en una protectora de animales de Cuenca, pero deben
de sacar los animales de allí. Sin embargo los animales no podrán volver a la calle porque los
responsables serían sancionados nuevamente.
“Estamos ante una sociedad sin corazón en la que no sólo no
se ayudan a colectivos como el nuestro sino que se van poniendo piedras en el
camino hasta conseguir que se deje de luchar y trabajar por este proyecto”,
dijo indignada Juana María Iniesta Duro, presidenta de la asociación.
"Se
respira un ambiente mal oliente e insalubre producido por los orines y excrementos
de dichos animales en las inmediaciones del albergue", alega José Juan
Peña, vecino de la localidad en su denuncia. Por otro lado la protectora insiste
en que los voluntarios limpian todos los días y que siguen un protocolo de desinfección
y desinsectación tanto de las casetas
como de las instalaciones.
Luis
Gómez afirma en su denuncia que estos animales acarrean enfermedades por contagio
y parásitos, ya que son portadores de los mismos. Por otro lado, la protectora
responde que los perros enfermos se ponen en cuarentena y se trata las
enfermedades que tengan. Todos los animales están desparasitados interna y
externamente, vacunados y esterilizados.
Según
José Nuñez, otro vecino manifiesta que el recinto donde se encuentran los
animales es un foco de infección para las personas mayores, como para los niños
que habitan en el vecindario. A pesar de esto, los voluntarios sostienen que
nadie se ha contagiado de nada, ni tampoco a ninguno de los niños llevados al
albergue para que jueguen y se socialicen con los perros.
Buscando soluciones
A.P.A
Santa Clara sabe que el lugar donde está ubicado el albergue provisional no es
el idóneo, por eso llevan un tiempo tratando de buscar soluciones.
“Nunca
se pensó en molestar a la gente. Llevamos desde verano buscando un lugar en el
que no podamos tener problemas”, comentaba Antonia de la Rosa, vicepresidenta
de la asociación.
La
organización entiende que era necesario disponer de unas instalaciones para
perros de extrema urgencia por eso buscó ese lugar para unos meses y donde
tener albergados a animales que venían en muy malas condiciones. La protectora
lleva buscando un lugar provisional desde verano con motivo de llevar los
perros que varios voluntarios tenían en sus casas. Una voluntaria es Isabel
Paterna Ruiz, la cual albergaba en su casa de campo a doce perros abandonados
manteniéndolos económicamente por su cuenta.
El
albergue hasta el momento nunca ha rebasado el límite de 60 perros. El poco
dinero del que dispone la asociación lo gasta en veterinario y en pienso. Ahora
con tantas sanciones alegan que no podrán hacer frente a sus gastos mensuales
para poder pagar todas las sanciones.
Santa
Clara recogió el pasado fin de semana
una galga preñada y con una pata trota, a pesar de que advirtió en un
comunicado difundido por las redes sociales que dejaría de recoger animales.
La
protectora de animales esta realizando desde el pasado enero una campaña de
adopción urgente de los animales cuyo lema es “Todos merecemos una oportunidad”.
Los voluntarios realizan reuniones todos los viernes en el mercado del pueblo y
un puerta a puerta, con el fin de recaudar fondos para poder comprar un terreno
donde instalar un nuevo albergue. Asunción Pérez, una de las voluntarias más activas de la
protectora, hace hincapié en que adoptar un perro no puede ser a cualquier
precio: "Un perro no es un regalo, es una responsabilidad y debemos saber
que se va ha convertir en uno más de la familia".
El
pasado 26 de febrero salió a la venta un calendario solidario que han lanzado
las voluntarias de la asociación. En el calendario se puede ver a las voluntarias
posando desnudas con varios animales del albergue. Esta iniciativa ha sido un
éxito y ha recaudado unos 2.500 euros, sin embargo ha levantado polémica en el
pueblo.
Además
la entidad realizará marchas solidarias con
los animales por las calles de Tobarra durante las siguientes semanas de marzo.
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